Este fin de semana hemos pasado por la penosa labor de hacer la declaración de la renta. Vaya peñazo y vaya complicación. Pero qué os voy a contar que no sepáis la mayoría...
El caso es que después de hacer la declaración de Yaiza nos salía a pagar una cantidad que nos desvarataba todos nuestros planes: ya nos veíamos haciendo un viaje de novios a La Aldea, Las Moyas o a Torrecilla (para que os hagáis una idea los canarios, los manchegos y los riojanos).
Al final se ha quedado en un susto, porque nos equivocamos de casilla en una de las cantidades que había que poner. Así que puede que, después de todo, nos podamos ir a algún sitio algo más exótico.
Os mantendremos informados.
Un saludo o siete...
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